Cuando Roma comenzó a
expandir demasiado sus fronteras, la lejanía de la metrópolis fue un tema que
debió resolverse con eficacia. Esto, desde ya, no se hizo de golpe, sino que
más bien se desarrolló por etapas. La delineación de una nueva política
monetaria de carácter militar, debió de comenzar ca. 25-24 a.C.,
perfeccionándose durante las Guerras Cántabras (29-19 a.C.) para continuar su
curso inmediatamente después, durante las campañas en Germania.
Hasta
la apertura del taller imperial del Lugdunum
(15 a.C.), las decisiones en cuanto a materia monetaria se tomaron
atendiendo las necesidades de la guerra en Hispania, debido a que allí estaba la principal concentración de fuerzas militares.
As de Celsa. Foto: Moneda-hispanica.com
La presencia de monedas
hispánicas y su distribución geográfica en Germania, fue entendida por muchos
autores como una consecuencia lógica del desarrollo del comercio, pero esto
parece no haber sido del todo así. Estas piezas, en su mayoría no provienen de los
ricos centros comerciales de la Bética (tales como Carteia, Castulo,
Carthagonova, Gades, Iulia Traducta, etc.), sino que son de cecas del Conventus Caesaraugustanus (Celsa, Calagurris, Bilbilis, Turiaso, Osca,
etc.). Son los mismos talleres representados en el NO de España en época de las
Guerras Cántabras, ya que eran los responsables de asegurar el suministro de
moneda estas tropas fueron transferidas a Germania, llevaron consigo las piezas
que habrían conformado parte de su paga.
Estas cecas fueron
abiertas en el marco de imponer una política económica clara, la cual
permitiría controlar el abastecimiento de numerario a las tropas con asiento en
Hispania. El suministro habría sido controlado por los Procuratores Augusti (ubicados
en Caesaraugusta). Un paralelismo lo
podemos trazar en la Galia con las cecas de Nemausus
y Lugdunum.
La
apertura de una ceca en Colonia Emerita Augusta (24-23 a.C.), una colonia lejana
a la zona de conflicto, fue el primer intento de Augusto por separar la
acuñación de moneda del entorno militar y colocarla bajo la autoridad civil. No
obstante, hay que considerar que esta situación se dio en un momento en el que
Augusto consideró que las Guerras Cántabras habían finalizado (incluso, mandó a
cerrar las puertas de templo de Jano en Roma). Esto demuestra que, sobre la
marcha y ante la necesidad de contar con suministro de moneda en el frente
militar, se debió improvisar más allá de los deseos.
El objetivo de la apertura de este taller era producir moneda para pagar las tropas y llenar la caja militar en la Ulterior, con el fin de llevarlo a Raetia (Germania), hacia donde serían transferidas muchas tropas.
Ahora bien… Las
monedas hispánicas tienen presencia en Germania, pero es reducida en
comparación a la de los talleres gálicos. Esto se puede deber al hecho de que militar de otros bienes (tales como ropa y comida) era “local”, y se
obtenía, por ejemplo, mediante la recolección de impuestos. De este modo, al
soldado se le descontarían aproximadamente dos tercios de la paga (stipendium) en concepto de vestimenta y frumentum. Por ende, la masa monetaria sería mucho menor a la
estipulada.
Como hemos visto, el fin de la improvisación para el abastecimiento monetario se dio a partir del año 15 a.C., luego de cerrarse el taller imperial de Colonia Patricia (abierto por Agripa ca. 19 a.C.) e inaugurarse una ceca principal en la Galia (Lugdunum), punto que estratégicamente estaba mejor posicionado para el abastecimiento de moneda hacia Germania y las nuevas zonas de conflictos.
Fuentes:
GARCÍA-BELLIDO,
M. P. (2008): «Numismatic
documentation on the arrival of Spanish troops in Gallia and Germania
during Augustan and Tiberian period». Römische Präsenz und Herrschaft im Germanien der augusteischen Zeit;
(LEHEMANN, G.A.; WIEGELS, R., Akademie der wissenschaften zu Göttingen), pp.
161-181.
GARCÍA-BELLIDO, M. P. (2008): «From Imperatores to Imperator: The
beginning of the Augustan “military”
coinage in Hispania (27-15 a.C.)», en GARCÍA-BELLIDO, M.; MOSTALAC CARRILLO, A.
y JIMENEZ DÍEZ, A. (Coord): Del
"imperivm" de Pompeyo a la "avctoritas" de Augusto. Consejo Superior de Investigaciones Científicas, Instituto de Historia,
pp. 279-274.
VILLARONGA, L. (1994):
Corpvs Nvmmvm Hispaniae ante Avgvsti Aetatem. José A. Herrero, S.A. Madrid.